A cada lugar de la casa le van bien cierto tipo de aromas, según la actividad que allí se realice.
Por pequeño que sea, cada detalle cuenta a la hora de decorar los espacios de nuestra casa e, incluso, de nuestro sitio de trabajo.

Las velas, precisamente, encabezan la lista de esos sencillos pero definitivos detalles. Las hay de todas las formas, colores, tamaños y texturas. Pero, sin duda, las más llamativas son las aromáticas, por su poder de transmitir sensaciones, evocar recuerdos y marcar diferencias.

“Los distintos colores que tienen y los olores que emanan logran impactar en el ánimo de las personas y, definitivamente, son un excelente aliado en la decoración”
No hace falta invertir grandes cantidades de dinero ni tampoco ser profesional en decoración o aromaterapia. “Basta con poner a funcionar los sentidos y elegir lo que más conviene según la ocasión, el espacio, el ánimo y la intención”

¿Qué aroma elegir?

Partiendo de la idea de que podemos tener velas en cualquier lugar de la casa (desde las habitaciones, pasando por el baño, hasta la sala y la cocina), se debe tener en cuenta la intensidad del aroma para que no haya molestias ni se mezclen olores.

  • En las habitaciones. Conviene elegir aromas suaves y relajantes como lavanda, manzanilla, jazmín o rosa.
  • En el baño. Suelen usarse fragancias más frescas e intensas, como el romero, el sándalo y el geranio.
  • En el comedor y la cocina. vienen bien los aromas sutiles y más naturales, que no interfieran con el olor de los alimentos. Así, se deben contemplar velas con aceites de naranja, vainilla, canela o menta.
  • En la sala o el estudio. Se pueden tener velas con aromas estimulantes como el de las flores, el pino, el limón, la bergamota, el eucalipto, la hierbabuena y la mejorana, entre otros.

Si la casa o la oficina son pequeñas, es mejor utilizar pocas fragancias para obtener un mejor resultado. La ventilación de los espacios también es importante para dejar circular los olores y evitar las mezclas.

 

Fuente: eltiempo.com