Los Petroglifos de Samanga, son un legado pétreo, estudiados y descubiertos por Mario Polía en 1972, que se encuentran localizados en el valle del mismo nombre, en el sector El Toldo, dentro del distrito de Ayabaca, en la provincia del mismo nombre, en el departamento y región de Piura; a una altura de 2 300 metros sobre el nivel del mar, lo que lo hace una zona de acceso dificultoso.
Samanga significa “Donde descansan las huacas”, se trata de un grupo de al menos 240 petroglifos que se encuentran grabados en diferentes piedras de tamaños distintos. Se cree que tienen una antigüedad promedio de entre 2 000 y 1 000 años y su origen se les está relacionado con la Cultura de los Ayahuancas que se asentaran por esa época en la zona. Si bien hay muchas piedras en el área solo un grupo de ellas se encuentran trabajadas, se piensa que la causa de esta elección depende a la consideración de “huacas” de las mismas.
Los petroglifos grabados presentan diferentes técnicas para sus diseños. Entre ellas destacan: el raspado, el picado o martillado, y por la arte del corte. Respecto a los diseños que se encuentran en las diferentes piedras de Samanga, pueden observarse distintos motivos antropomorfos, aunque también hay presencia de formas geométricas, de espirales y animales. Se cree que en conjunto, los petroglifos habrían significado un mensaje para los pobladores de esta cultura, cuyo significado estaría en relación con lo religioso y posiblemente también con lo geográfico. También se dice que ciertos petroglifos, como los encontrados en la zona más baja del área, serían una representación de la dualidad andina.
Acerca de los diseños antropomorfos que se pueden apreciar, se cree que ellos podrían aludir a sus divinidades. Es constante observar en este tipo de petroglifos la presencia de lágrimas combinadas con líneas. En estas figuras humanoides se puede ver también variedad en los rostros como ojos y bocas puntiformes con la nariz ausente. En tanto aquellos que siguen un patrón de diseño de animales, es considerable la presencia de serpientes, así como jaguares que parecen tener rasgos chavinoide, y monos. Sobre los diseños geométricos, son constantes las figuras simples como círculos, cuadrados, triángulos, y formas de cruces.
También puede encontrarse en estos restos antiguos, la presencia de cúpulas o pocitos incrustados en las figuras y que posiblemente habría tenido alguna finalidad ritual: el drenado de los líquidos que se le podían ofrendar a las huacas que simbolizaban estos petroglifos.
El ingreso para que el visitante pueda conocer los Petroglifos de Samanga, es totalmente libre. Para llegar hasta ellos, es necesario que se realice un viaje en bus de tres horas desde Ayabaca al Caserío de Toldo, ya en este Caserío, se continúa a pie por un sedero de 200 metros hasta llegar a los Petroglifos. El lugar cuenta con horario de visitas, mismo que es desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde y se recomienda la visita en los meses de clima seco, durante los meses de Abril a Noviembre.
Fuente : turismoi.pe
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