Si Piura tiene tanta riqueza natural, ¿por qué su desarrollo económico no va a la par con su crecimiento en infraestructura? Es la pregunta lanzada a sus autoridades.

 

Si Piura tiene tanta riqueza natural, ¿por qué su desarrollo económico no va a la par con su crecimiento en infraestructura? Es la pregunta lanzada a sus autoridades. A pesar de todo lo bueno que tiene esta jurisdicción, por ejemplo, no tiene un plan de desarrollo estructurado con miras a 15 o 20 años.

Y es verdad. En los últimos años, en Piura se nota el importante crecimiento empresarial, convirtiéndose en el polo de desarrollo más notorio en el norte del país. Sin embargo, sus servicios no han tenido esa vertiginosa explosión que se requiere para darle un valor agregado a este departamento.

Piura tiene la buena suerte de que su riqueza en el suelo y el mar parece inagotable -y eso que no explota sus campos mineros porque la informalidad reina en la zona del Alto Piura-, pero crece de manera desordenada.

Por lo expuesto, creo que es momento de que tanto el gobierno regional y local lleguen a un acuerdo a futuro. ¿Cómo se verá Piura de aquí a 20 años?, ¿cómo atraer más inversión privada y pública?, ¿cómo será el plan de desarrollo urbano y rural?, ¿se volverá más informal?, ¿cómo ordenar esa región?, ¿con qué proyectos integrados cuenta?

Tal vez las autoridades de ahora, tanto Reynaldo Hilbck en la región y Oscar Miranda en la municipalidad capital, están pensando en temas más urgentes como solucionar la falta de agua o mejorar las vías de comunicación en la ciudad, lo cual también es válido.

No obstante, creo, sin un plan de desarrollo único, Piura comenzará a desparramarse hacia ningún sentido. Será más un pueblo grande que no tuvo un visionario al frente. Todavía hay tiempo de retomar las riendas del desarrollo integrado.